Santo Domingo, RD.- La comunicadora Noelia Hazim llamó a la clase política del país a hacer a un lado las diferencias y a respaldar las acciones del presidente Luis Abinader en defensa de la soberanía nacional, ante los ataques que recibe las República Dominicana por parte del Gobierno de los Estados Unidos, tras las acciones emprendidas por esa nación en las últimas semanas.
“Ante la situación que vive el país es tiempo de que los candidatos presidenciales Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo y Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se olviden de banderías políticas y den todo el apoyo necesario al presidente Abinader y al Gobierno”, manifestó.
Agregó que estamos en una coyuntura en la que la nación necesita ser protegida de la embestida internacional que pretende hacerle cargar del problema que representa el vecino país.
“Lo que aquí está en juego no es la silla presidencial, aquí lo que está en juego es nuestra soberanía. Todos más que colores partidarios debemos defender a los dominicanos”, resaltó.
Se recuerda que hace ya varias semanas el alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, insistió a las autoridades dominicanas para que cesen las devoluciones forzadas de haitianos al margen occidental de la isla La Española.
“Hace una semana pedí que se detuvieran las deportaciones a Haití, dada la crisis humanitaria y de Derechos Humanos a la que se enfrenta el país. Me preocupa ver que continúan las devoluciones forzadas de haitianos desde República Dominicana”, dijo, a lo que el primer mandatario respondió de manera enérgica, revelando que las deportaciones no solo seguirían, sino que se incrementarían.
El pasado lunes la embajada de los Estados Unidos en el país emitió un comunicado en el que acusa al país de acciones racistas contra ciudadanos norteamericanos de tez oscura, lo que encontró el rechazo de diversos sectores de la vida nacional.
La última acción se produjo el miércoles, cuando el Gobierno de la potencia estadounidense vetó la entrada a su territorio de los productos azucareros producidos por el grupo Central Romana Corporation, debido a supuestas violaciones a los Derechos Humanos a través del maltrato a sus obreros.